Hoy contaba con alabanzas a mi marido en la cena lo grande que es donar mensualmente a PRASAD. Estaba particularmente emocionada con el trabajo que ha hecho PRASAD para dar comida, trabajo y asistencia médica a las gentes que se han quedado rezagados de los avances de las grandes ciudades. Cosas simples que damos por descontadas se ofrecen y enseñan en PRASAD y estoy enormemente agradecida de que se cuide a los menos afortunados en vez de olvidarlos.

-Vicki